lunes, 11 de febrero de 2013

11/ 02/ 2013

Ya estoy harta de reprimir todos mis problemas. Harta de escuchar y de ayudar a los demás sin recibir nada a cambio. 
Tampoco es que lo busque, pero simplemente me gustaría ver que alguien también se preocupe por mí y desahogarme. Pero hace tiempo que no lo hago. Y no me encuentro lo suficientemente capaz de volver a hacerlo, así de golpe. Nunca me ha gustado ser el centro de atención y he aprendido a vivir con ello. Así que seguiré así, como siempre, esperando a que pase la tormenta. Como quien dice, "el tiempo todo lo cura". Pero... ¿tienen razón? ¿es mejor dejarse llevar, aparcar los problemas y esperar a que se solucionen?


Ojalá fuera tan fácil. Pero es obvio que la vida no me va a dar ese placer. Ni a mí ni a nadie. Por eso se dice que hay que perseguir los sueños y luchar por ellos.

Pero supongo que el camino es demasiado largo como para viajar sola. Y... si no confío lo suficiente en alguien como para contarle mis problemas... ¿dónde está mi humanidad? ¿mi apoyo?


Como todo, he dejado que esa persona venga a mí, sin yo hacer nada. Pero no la encuentro; y ya va siendo hora de cambiar eso. Debo levantarme y empezar a buscar.



Pero para ello debo de cambiar mi forma de ser. Y no me veo capaz. Soy arisca, orgullosa y no creo que pueda evitar serlo, así de golpe.

Supongo que necesito a alguien que me aguante, más que me sepa escuchar.

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